Los tipos de pensamiento en el proceso creativo

“Imagina sin límites, luego enfoca tu visión”

Divergente & Convergente
Fig 1. Divergente y Convergente.

Solo exprésalo

Al inicio del proceso de crear, la mente tiende a dar un tipo de “lluvia de ideas”, en donde las ideas que llegan a nuestra cabeza de forma abrupta y espontanea. Es de vital importancia que estén materializadas lo más rápido posible de la forma en que deseemos o nos sea de mayor conveniencia, y al momento de hacerlo, que se represente en la forma tal cuál lo estemos pensando, sin ningún tipo de formalidades. Esto, es el Pensamiento divergente.

El cual nos invita a explorar diferentes caminos y enfoques, fomentando la creatividad y la experimentación. Nos anima a cuestionar las convenciones establecidas y a pensar fuera de la caja. En esta fase, no hay límites ni reglas; cada idea es bienvenida y puede dar lugar a nuevas e inesperadas conexiones. Es una ruta de exploración y descubrimiento, donde el caos y la incertidumbre son parte del viaje hacia la inspiración.

Exrpesión de divergente
Fig 2. Expresión de divergente.

Ponlo chulo

Una vez plasmado todos estos elementos, recursos, ideas. Es momento de ordenarlos, poner una estructura que simplifique lo que se quiere exteriorizar, osea, el Pensamiento convergente.

Es como ensamblar las piezas de un rompecabezas, donde cada elemento encaja en su lugar para revelar la imagen completa.

El pensamiento convergente nos ayuda a evaluar críticamente nuestras ideas y a tomar decisiones informadas sobre cuáles vale la pena desarrollar más. Nos permite filtrar el ruido y enfocarnos en lo esencial, eliminando las distracciones y centrándonos en los aspectos más relevantes de nuestro proyecto. Es un proceso de discernimiento y síntesis.


Más allá de la dualidad

Si bien el pensamiento divergente y convergente se presentan como etapas distintas en el proceso creativo, es importante reconocer que no son mutuamente excluyentes. De hecho, la verdadera magia ocurre cuando logramos integrar ambos enfoques de manera armoniosa. Al combinar la libertad exploratoria del pensamiento divergente con la estructura organizativa del pensamiento convergente, podemos potenciar nuestra creatividad y alcanzar nuevos niveles de excelencia. En última instancia, se trata de cultivar un equilibrio dinámico entre la expansión y la focalización, permitiéndonos imaginar sin límites mientras mantenemos nuestra visión en el horizonte.