Lo bello de vivir

La vida, misteriosa y enigmática,
bella y compleja, a veces tan errática.
¿Es acaso un misterio sin respuesta clara,
o un viaje lleno de luz que se aclara?

¿Acaso la vida es este vaivén,
de sucesos en la entropía dispuestos?
Sin elección al principio, sin contención,
¿aceptamos vivir o quedamos absortos?

Dos opciones se presentan ante nuestro ser,
aceptar su curso o cuestionar su proceder.
Mas, ¿no es mejor abrazarla con pasión,
descubriendo en cada paso una nueva canción?

El piloto automático, cruel rutina,
drena nuestra esencia, apaga la pasión,
nos sumerge en una eterna neblina,
y el propósito se desvanece en confusión.

Pues vivir en sin propósito ni razón,
es desvanecerse lentamente, perder la ilusión.
Es preferible buscar la chispa que nos inspire,
encontrar la belleza que en cada instante respire.

Al recordar la belleza de cada instante,
la vida se vuelve un lienzo de colores,
un poema en constante repunte,
donde hallamos razones, donde hallamos amores.

Así, en el vaivén de la existencia,
optemos siempre por sentir, por vivir,
pues solo así, con plena conciencia,
podemos apreciar lo bello de existir.